Las figuras retóricas son recursos fundamentales en la literatura y en todo tipo de discursos artísticos, los cuales permiten jugar con el lenguaje para generar belleza, emoción o sorpresa, haciendo que las palabras trasciendan su sentido literal. En el caso de la literatura infantil, su uso es especialmente efectivo para capturar la atención de los niños y fomentar su creatividad lingüística desde las primeras etapas del desarrollo lector.
Es por eso que en este artículo está te guiaremos a través de las principales figuras retóricas, sus tipos, ejemplos claros y su importancia dentro de los textos literarios, por lo que si estás escribiendo o quieres publicar un libro infantil, conocer estos recursos será clave para enriquecer tu obra.
Índice del artículo
¿Qué son las figuras retóricas?
Las figuras retóricas son formas especiales de usar el lenguaje que se alejan de su sentido literal para lograr un efecto estético, expresivo o comunicativo, donde a través de estas figuras, el mensaje adquiere mayor fuerza, ritmo, color o profundidad. Son herramientas comunes en poesía, narrativa, teatro y discursos orales, donde el modo de decir es tan importante como lo que se dice.
En la literatura infantil, el valor de las figuras retóricas se multiplica ya que no solo adornan el texto, sino que estimulan el juego con las palabras, desarrollan la imaginación y hacen del acto de leer una experiencia de mayor calidad. Estas figuras pueden introducirse de forma natural en cuentos, poemas o diálogos, ayudando a los niños a descubrir nuevas formas de interpretar el mundo.

Tipos de figuras retóricas
Las figuras retóricas pueden clasificarse en distintos grupos, según el tipo de transformación que producen en el lenguaje:
Figuras de dicción
Estas figuras alteran la estructura fónica o gramatical de las palabras o frases centrándose en el sonido, el ritmo o la forma en que están construidas las oraciones.
Figuras de pensamiento
Afectan el contenido o el sentido del mensaje, las cuales se utilizan para provocar una reacción emocional, hacer énfasis o transmitir una visión subjetiva de la realidad.
Figuras de repetición
Consisten en reiterar palabras, sonidos o estructuras dentro del texto con fines expresivos o enfáticos, cuyas repeticiones pueden generar ritmo, musicalidad o resaltar conceptos clave.
Figuras lógicas
Establecen relaciones de comparación, oposición o semejanza entre ideas o conceptos. Son muy útiles para enriquecer el significado y dar mayor profundidad al discurso.

Ejemplos de figuras retóricas
Para comprender mejor cómo funcionan las figuras retóricas, aquí tienes una selección de ejemplos aplicados a diferentes tipos de textos, especialmente pensados para autores de literatura infantil.
- Aliteración: “Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal.” La repetición de sonidos iniciales genera un efecto rítmico y sonoro que divierte a los niños.
- Onomatopeya: “El reloj hacía tic-tac sin parar.” Este tipo de figura ayuda a introducir sonidos reales en la narrativa de forma lúdica.
- Paranomasia: “Vendado que me has vendido.” El juego entre palabras similares activa la atención y el sentido del humor.
- Hipérbole: “Tenía tanta hambre que podía comerse una montaña.” Exagerar una situación genera impacto y es un recurso frecuente en cuentos humorísticos.
- Personificación: “El sol sonrió al despertar.” Atribuir emociones humanas a elementos naturales favorece la empatía y el vínculo emocional con la historia.
- Ironía: “Qué ordenado eres”, dijo mientras esquivaba juguetes por todo el suelo. La contradicción aparente entre lo que se dice y lo que ocurre despierta una lectura crítica.
- Anáfora: “Aquí todo es posible, aquí todo es mágico, aquí los sueños vuelan.” Repetir estructuras al inicio refuerza una idea e introduce ritmo.
- Polisíndeton: “Y corre, y salta, y grita, y ríe sin parar.” La acumulación de conjunciones intensifica la acción y la emoción.
- Símil: “Era tan valiente como un león.” Comparar algo con un elemento familiar facilita la comprensión de cualidades abstractas.
- Metáfora: “Era un mar de lágrimas.” Aquí se sustituye una idea por otra sin necesidad de nexos, generando una imagen poética.
- Antítesis: “Era un niño tranquilo en el día y un torbellino en la noche.” Contraponer ideas crea contraste y dinamismo narrativo.
Importancia de las figuras retóricas en la literatura
Las figuras retóricas son fundamentales en la creación literaria por su capacidad de transformar el lenguaje en una herramienta expresiva, cuyo uso no se limita a la estética, sino que cumple funciones comunicativas profundas: clarifican, embellecen, despiertan emociones e invitan a reflexionar.
En la literatura infantil, permiten construir un universo verbal lleno de matices en el que las palabras adquieren vida propia. Gracias a ellas, los textos se vuelven memorables, divertidos, sensibles y educativos, siendo ideales para generar vínculos afectivos entre el lector y los personajes, y para transmitir valores de forma sutil pero eficaz.
Desde un enfoque más técnico, estas figuras también se integran en la estructura narrativa de cualquier obra. No solo afectan el estilo, sino que influyen en la construcción de personajes, el ritmo de la historia y el tono general del texto.
En conclusión, conocer las figuras retóricas, entender sus tipos y aprender a usarlas con naturalidad puede marcar una gran diferencia en la calidad de una obra. Tanto si escribes cuentos, poesías o novelas para niños, como si estás en proceso de publicar un libro infantil, dominar las figuras retóricas te permitirá llevar tu escritura a un nivel más alto.