Conocemos a Silvia García, autora de La senda de los planetas, su nueva obra perteneciente a la colección La mirada de Daniel. Silvia ha dedicado buena parte de su vida a las letras y a las historias, ya sea como periodista o como comunicadora audiovisual. Desde un prisma muy personal, marca su tempo y su estilo a partir de experiencias y sentimientos extremadamente personales. Ya lleva varios años explorando su “yo” literario de forma prolífica, como pudimos ver en su anterior y exitosa colaboración con BABIDI-BÚ: Háblame de ella. Su nueva obra, La senda de los planetas, no es sino otra prueba más de ello.

La senda de los planetas

¿Qué ocurriría si de pronto desaparecieran todos los Mapas Estelares? ¿Cómo podrían las Estrellas Fugaces llegar hasta su destino sin la ayuda de un mapa que las guíe?

Estrellita llevaba mucho tiempo esperando el día en el que se convirtiera en Estrella Fugaz. Sin un mapa que la guiara, emprendió su viaje a través de La Senda de los Planetas, iniciando así una emocionante aventura, repleta de aprendizajes y valores.

Ambas son obras muy personales que nacen con el deseo de evocar emociones

La senda de los planetas es su segunda obra publicada en poco menos de un año, ¿Qué conexión podemos hallar entre La senda de los planetas y Háblame de ella?

Ambas son obras muy personales que nacen con el deseo de evocar emociones, así como de explorar los momentos de dificultad y dolor que podemos atravesar para convertirlos en una oportunidad para evolucionar y encontrar las herramientas necesarias para encontrar las soluciones a los conflictos que encontremos.

En ambos cuentos encontramos el duelo como punto de partida. En “Háblame de ella” con la pérdida de un ser querido. Y en “La senda de los planetas” como proceso que afrontamos en un momento de dificultad y/o cuando algo no es tal como esperábamos.

¿A raíz de qué decidió dedicar buena parte de su creatividad a la literatura infantil?

Escribir siempre ha formado parte de mí. En mi infancia jugaba con las palabras y la imaginación y creaba muchas historias que disfrutaba siempre en la intimidad. Poco a poco iba creciendo y en el instituto empecé a crear mis primeros relatos y poemas, los cuales fueron muy bien recibidos.

Esta faceta siguió creciendo y, en ese anhelo por escribir, me lancé hacia el mundo del Periodismo y la Comunicación, donde nunca dejé de crear nuevas historias. De hecho, en aquellos años nació el germen de “Los túneles del tiempo”. Un guion de cortometraje dedicado a la concienciación de los niños y jóvenes sobre el medio ambiente que fue premiado en un certamen de creatividad.

La maternidad, unida al mundo online en el que estaba volcada a través de la creación de contenido en blogs y redes sociales, me llevó de nuevo al punto de partida… ese punto que conocí en mi infancia, cuando jugaba con las palabras creando nuevas historias.

Fruto de ello fue el cuento infantil “La senda de los planetas”, junto a otros textos. Pero fue “Háblame de ella”, quien me hizo debutar en el mundo de la literatura infantil.

La muerte de mi abuela en tiempo de pandemia me inspiró y me hizo crear el cuento infantil que hoy ya muchos conocen. Es mi primogénito literario y con él verdaderamente nació todo o, mejor dicho, el que dio sentido a todo.

¿Cree que las historias de ficción tienen más poder e influencia sobre los lectores más pequeños? ¿Por qué?

Por supuesto. La ficción siempre ha formulado un rol muy importante en la sociedad desde siempre. Las narraciones de historias han apoyado a la humanidad en su evolución, aprendizajes y asimilación. Este proceso se repite en la infancia. Los cuentos son una gran oportunidad para que en la infancia se pueda conectar con un mundo exterior desconocido en el que los pequeños lectores puedan encontrar enseñanzas, valores y placer.

Los cuentos clásicos preparaban a los niños para el mundo característicos de la sociedad en la época en la que fueron escritos. Siempre con un enfoque exótico, humorístico e incluso dramático. En la actualidad eso se repite con las nuevas historias que siguen surgiendo con herramientas de concienciación sobre el entorno, asimilación de conceptos, control de las emociones, etc.

Su influencia es real y, por eso, es por lo que son una excelente herramienta pedagógica que permite crear mentes críticas y creativas.

Háblame de ella, era, y cito textualmente, “una oda a la remembranza de quienes se fueron”, ¿A qué se debe el salto a la ciencia ficción con La senda de los planetas?

Cada cuento ha dado respuesta a un dilema o duda emocional, y cada uno ha merecido un enfoque y tratamiento distinto. En “Háblame de ella”, para transmitir ese mensaje de duelo, amor, pérdida y recuerdos, era necesario usar un enfoque natural, algo que permita empatizar de una forma directa con las emociones de los lectores.

En cambio, con “La senda de los planetas” fue necesario recurrir a la metáfora para captar la atención del lector y guiarle por un viaje en el que descubriera todas y cada una de las emociones a las que puede hacer frente en un momento de adversidad.

Ambas obras podrían considerarse viajes, ya sea por los recuerdos o por las emociones que usted vincula a cada planeta, ¿No cree?

Por supuesto. Al fin y al cabo, la vida en sí misma en un viaje.

La relación entre madre e hija parece fundamental en su visión como autora, ¿Se debe a algo en específico?

Mi hija me ha aportado mucho en este viaje. Tanto ella como su hermano han sido mi inspiración en este viaje. De hecho, han sido mi detonante para lanzarme al mundo de la literatura infantil. Ambos cuentos han surgido para dar respuesta a sus preguntas. Sobre todo, a mi hija, que es la mayor.

¿Cree que los lectores más pequeños se podrían beneficiar de leer sus obras en compañía de su madre o abuela?

Por supuesto. “Háblame de ella” está hecho justo para eso. Su lectura permite compartir el tesoro más hermoso que tenemos en nuestros corazones, nuestros recuerdos. Y es una oportunidad maravillosa. Y esta lectura invita precisamente a eso. Y es una maravilla ver como las familias me escriben emocionadas por ese momento tan íntimo que han compartido con sus pequeños.

En La senda de los planetas, las emociones tienen un papel fundamental, ¿Cree que su lectura podría ayudar a padres a tratar este tema tan complicado con sus hijos?

Es una herramienta muy útil para trabajar la identificación y gestión de emociones. En muchos colegios han empezado a trabajar con el cuento y todos coinciden con la eficacia de la historia. Además, al centrarse en un viaje estelar, capta con facilidad la atención de los pequeños. Así que el aprendizaje emocional está garantizado.

¿Cree que se debería hablar de forma más abierta de la inteligencia emocional con los más pequeños?

Si. Es muy importante hablar con ellos con la máxima naturaleza, ya no solo de la inteligencia emocional sino en todas las facetas. En este ámbito, hablar con naturalidad les permite sentirse más seguros de ellos mismos, ya que sienten que lo que ellos sienten en un momento determinado es totalmente legítimo.

Nunca debería haber temas tabúes en casa.

¿Qué le hizo decantarse por una odisea espacial en su nueva obra?

Siempre me han fascinado las estrellas. Y la posibilidad de convertir algo tan hermoso como una estrella fugaz en un viaje a través de las emociones fue todo un reto, pero una experiencia muy bonita y gratificante.

Las historias dentro de historias parecen ser algo habitual en su obra, ¿Por qué?

Me gusta jugar con las tramas y crear historias que no resulten muy lineales. Creo que este juego literario resulta interesante ya que pone de manifiesto aspectos muy importantes como los momentos compartidos en familia y la sabiduría generacional.

¿A qué tipo de lector le recomendaría la lectura de La senda de los planetas?

Los recomendaría para niños y niñas a partir de 5 ó 6 años de edad. La obra tiene una cantidad de texto que hace que no sea viable para niños de más corta edad, aunque bien es cierto que, por la temática que presenta, es una lástima que lectores más pequeños pierdan la oportunidad de disfrutar de este cuento, por lo que debería ser adaptado para lectores más jóvenes.

¿Qué le llevó a querer editar sus obras junto a BABIDI-BÚ?

Busqué una editorial que estuviera especializada en el sector de la literatura infantil que me ofreciera los formatos y calidad que yo estaba buscando para mis cuentos ilustrados, así como la posibilidad de poder acceder a una buena red de distribución que permitiera a mi obra poder llegar a cualquier librería o gran superficie.

Babidi-Bú fue la editorial que cumplía con los requisitos que yo tenía establecidos.

¿Cómo está siendo el proceso editorial para usted?

El proceso está siendo muy gratificante. Estoy muy contenta con el resultado. Es una experiencia muy bonita cuando vives el resultado del trabajo y del esfuerzo. Ver tu libro ubicado en librerías, escaparates y, como poco a poco, se va recogiendo el fruto de las semillas plantadas durante el proceso de edición es algo que no tiene precio.

Si te gusta escribir, es algo muy gratificante.

Y, por último, ¿Seguirá explorando las emociones y los recuerdos en futuras obras?

Pues no lo sé, la verdad. Ahora mismo tengo otras ideas en mente y, aunque no descarto usar estas inspiraciones, siento la necesidad de explorar nuevos horizontes. Ya os iré contando.

Categoría: Entrevistas
Valme Jiménez

Valme Jiménez

Periodista. Es responsable de la comunicación de la Editorial BABIDI-BÚ, gestionando sus perfiles sociales, así como llevando a cabo toda la actividad comunicativa de sus obras y autores.

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