Los clichés literarios son elementos recurrentes en la literatura que, con el tiempo, han perdido su originalidad debido a su uso excesivo, los cuales pueden estar presentes en tramas, personajes, escenarios o incluso en la forma en que se resuelven los conflictos dentro de una historia. Aunque muchos escritores buscan evitarlos, algunos clichés pueden ser efectivos cuando se emplean con creatividad.
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¿En qué consisten los clichés literarios?
Los clichés literarios surgen cuando un recurso narrativo se repite tanto que pierde impacto, ya que se originan en la tradición oral, el teatro, la literatura clásica y los grandes relatos que han influenciado la cultura popular. Aunque su uso puede hacer que una historia sea predecible, también pueden aportar una sensación de familiaridad y comodidad a los lectores.
Un cliché no siempre es negativo, ya que en algunos casos los autores los emplean de manera intencional para subvertir las expectativas del lector o para rendir homenaje a ciertos géneros literarios. Sin embargo, es fundamental que los escritores sean conscientes de su presencia en sus relatos y decidan cómo utilizarlos de forma original.
Lista de clichés literarios más comunes en la literatura
Existen muchos clichés en la literatura que se repiten en distintos géneros y estilos, como son los que presentamos a continuación:
“Todo era un sueño”
Esta resolución es considerada un cliché por muchos lectores, ya que desvaloriza los eventos previos de la historia, ya que si al final de una novela se revela que todo lo ocurrido fue un sueño o una ilusión, los lectores pueden sentirse defraudados, especialmente si se utilizó como un recurso fácil para salir de una situación compleja. Sin embargo, algunos escritores han logrado dar un giro innovador a esta idea al jugar con la percepción de la realidad dentro de la historia.
Si se desea usar este recurso de manera efectiva, es importante que la historia tenga pistas sutiles que sugieran que la realidad podría no ser lo que parece. En lugar de utilizarlo como un truco barato para sorprender al lector, puede explorarse de una forma más profunda, mostrando cómo la percepción del personaje afecta su realidad y su desarrollo emocional.

Que el protagonista sea el elegido
Este es uno de los clichés literarios más conocidos, sobre todo en la literatura de fantasía y ciencia ficción, el cual se basa en la idea de que el personaje principal tiene un destino especial que lo diferencia del resto. En muchas historias, el protagonista descubre que posee habilidades únicas o que es la clave para salvar un mundo, lo que lo convierte en “el elegido”.
Sin embargo, el uso excesivo de este arquetipo puede hacer que el relato pierda emoción y se vuelva predecibl, por lo que para evitarlo los escritores pueden explorar las debilidades del personaje y darle desafíos reales que lo hagan evolucionar, siendo también es interesante que el destino del protagonista no esté escrito en piedra, sino que dependa de sus propias decisiones y sacrificios.
Que dos personajes se encuentren en un lugar remoto
Este recurso es frecuente en las novelas de aventura y en los relatos de fantasía, donde dos personajes que no se conocían antes terminan coincidiendo en un sitio inesperado, lo que da inicio a una gran historia. Si bien puede ser un buen punto de partida para una trama, lo ideal es que el encuentro tenga una razón bien fundamentada dentro del argumento y no se sienta forzado.
Para hacer este recurso más creíble, los escritores pueden justificar el encuentro con detalles previos en la historia o conectar el destino de ambos personajes de manera más orgánica. También es posible jugar con la casualidad de una forma interesante, por ejemplo, haciendo que uno de los personajes sospeche de la coincidencia o que el encuentro tenga consecuencias inesperadas.
El típico cliché de la historia de amor
Las historias de amor suelen estar llenas de clichés: el flechazo instantáneo, el triángulo amoroso, el amor prohibido o la pareja que comienza odiándose pero termina enamorada. Aunque estas estructuras son populares porque conectan con las emociones del lector, pueden volverse predecibles si no se desarrollan con profundidad.
Uno de los riesgos de estos clichés es que pueden dar lugar a relaciones poco creíbles o forzadas dentro de la historia, por lo que para hacerlas más auténticas, es recomendable construir una evolución pausada en la relación entre los personajes, mostrando sus conflictos internos, miedos y momentos de vulnerabilidad. Así, el romance se siente más genuino y menos impuesto por la trama.

Que un personaje se salve en el último momento
El rescate milagroso o la solución que aparece en el último segundo es un recurso narrativo muy utilizado, y aunque genera tensión y emociona al lector, si se abusa de él puede restarle credibilidad a la historia. Es recomendable que la resolución de los conflictos tenga una base sólida dentro de la trama y no dependa de la aparición repentina de un elemento salvador.
Para evitar que este cliché parezca forzado, es recomendable sembrar pistas a lo largo de la historia que hagan que el desenlace sea más satisfactorio. En lugar de una solución mágica e inesperada, el protagonista puede salvarse gracias a decisiones anteriores, a la ayuda de otros personajes bien establecidos o incluso mediante una solución que implique sacrificios y consecuencias reales.
¿Son necesarios los clichés en una historia?
Los clichés literarios no son necesariamente algo negativo, pero su uso debe ser justificado. Algunos pueden ser eficaces para conectar con el lector y establecer rápidamente un contexto familiar, aunque sin embargo, abusar de ellos puede hacer que una historia se vuelva predecible y poco original.
Un buen escritor sabe cómo manejar los clichés a su favor, ya que puede utilizarlos de manera intencional para jugar con las expectativas del lector, modificarlos para darles un giro novedoso o incluso evitarlos por completo en favor de una narrativa más fresca. La clave está en la creatividad y en la forma en que se construye el relato.
En la creación de historias, también es fundamental prestar atención al lenguaje literario empleado, ya que este puede marcar la diferencia entre una narración predecible y una historia cautivadora. Además, la profundidad de los tipos de personajes dentro de la trama puede ayudar a que incluso los clichés más comunes se sientan renovados y emocionantes.
En conclusión, los clichés literarios son herramientas que pueden ser utilizadas de manera efectiva si se manejan con inteligencia, siendo lo más importante es que cada historia tenga una voz propia y que los escritores se esfuercen por aportar algo nuevo a los relatos que crean.