Fue el momento en que tu papá empezó a no echar tantas horas en la oficina. El momento en que a tu mamá se le empezó a reconocer la labor tan importante que hacía en el hospital. El momento en el que tus padres empezaron a venir a verme todos los días. El momento en el que aprendí los nombres de mis vecinos Juan y Hortensia; de Pepi, la chica que nos atiende en el supermercado, y de Pedro, ese hombre tan simpático al que le compramos el pan todos los días.
Fue el momento en el que dejamos de diferenciarnos por como pensábamos, como vestíamos, en qué idioma hablábamos, de qué equipo éramos o dónde vivíamos, para sentirnos todos iguales y ayudarnos a ser mejores personas.
Fue el momento en el que toda nuestra riqueza se empezó a contar por las muestras de cariño que das, y por las que recibes. Es por eso por lo que ahora los bancos solo administran besos y abrazos.
Fue el momento en el que nos convertimos en seres humanos.
Eso es lo que pasó en marzo de 2020 en España.