Querido nieto, a principios del 2020, unos malvados seres espaciales trataron de invadir nuestro Planeta para apoderarse de él. Les gustaba atacarnos cuando estábamos todos juntos fuera de nuestras casas, como en fiestas, teatros, en la plaza o en el colegio. La solución para derrotarlos fue quedarnos encerrados en casa por un buen tiempo. No podíamos ir a los parques, ni ver a nuestros amigos o familia. Porque a estos invasores espaciales no les importaba si éramos ricos o pobres, o reyes o plebeyos. Nos atacaba a todos por igual.
Una vez en casa, volvimos a cocinar, jugar, leer y ver películas. Es decir, volvimos a disfrutar de lo más simple. Nos dimos cuenta de que necesitábamos de pocas cosas y de nuestra imaginación para crear los mejores juegos.
Así, cuando este ser invasor llegó a nuestro mundo, no encontró a nadie en las calles a quien atacar. Tuvimos que aguantar mucho tiempo encerrados, hasta que poco a poco el malvado alienígena dejó nuestro Planeta.
Ya mirando hacia atrás, quizás ese tiempo separados nos pareció muy largo y muy difícil, pero fue ese distanciamiento el que nos hizo estar más unidos que nunca, porque fue así como salvamos a nuestro mundo y a nuestros seres más queridos.