Un día estaba estudiando Historia en el colegio, nos mandaron unos deberes que consistían en preguntar a nuestros mayores, qué pasó en marzo del 2020 en España. Y mi abuelo me contó la historia:
«Un virus nos intentaba atacar.
Y todos en nuestras en casa teníamos que estar.
Pero con fuerza y coraje, lo conseguimos echar.
Y un día, todos pudimos de nuevo ver el Sol brillar».
No lo entendí, y mi abuelo me dijo:
«Hubo muchos enfermos por el virus, pero gracias a él, la gente se volvió más solidaria como ahora lo eres tú».
Entonces lo entendí. Ese virus fue maligno y nos enseñó a amar y respetar a los demás. Tardamos mucho en salir de casa, pero con espadas convertidas en medicamento, fumigando y abasteciendo a la gente, lograron entre todos matar al virus. Los verdaderos caballeros iban vestidos con batas blancas y mascarillas, todos ellos cansados de estar sin dormir y sin ver a sus familias. Pero consiguieron matarlo e hicieron que el Sol volviera a brillar y se volvieran a oír a los niños en el parque jugar.
Abracé a mi abuelo porque es un luchador de verdad. Él fue un sanitario que ayudó a los demás.